Las fragancias son la fusión entre ciencia y arte: los químicos se convierten en creadores y las moléculas crean recuerdos.
Las fragancias son únicas. Se diseñan con cuidado, pasión e ingenio.
Dan placer a miles de millones de personas en todo el mundo, que las usan y disfrutan todos los días, desde un champú de olor fresco o un perfume elegante hasta una vela perfumada o unas sábanas recién lavadas.
Las fragancias son parte de nuestra cultura e historia.
Desde hace más de 4.000 años, desde los antiguos egipcios, los imperios perso, griego y romano y hasta la era moderna, los aromas tienen un significado: son parte de una ceremonia, la expresión de una condición social, una demostración de limpieza, una expresión de la imaginación.
Incluso en el mundo globalizado de hoy, los aromas son una expresión de lugar.
Y las fragancias tienen sus raíces en la naturaleza: tenemos una conexión particular con el mundo natural, donde cada persona relaciona un aroma con algo del mundo natural.
Las mezclas que componen una fragancia pueden incluir materias primas aromáticas naturales obtenidas de plantas mediante destilación, expresión y extracción, o materiales sintéticos.