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¿Cómo se fabrica la fragancia?

La crea­ción de una fra­gan­cia es una mez­cla de cien­cia rigu­ro­sa y talen­to crea­ti­vo. El abas­te­ci­mien­to res­pon­sa­ble de sus­tan­cias natu­ra­les, las molé­cu­las sin­té­ti­cas crea­das con pre­ci­sión y las habi­li­da­des úni­cas de per­fu­mis­tas cua­li­fi­ca­dos se unen para que las fra­gan­cias segu­ras y de alta cali­dad pue­dan mejo­rar los pro­duc­tos coti­dia­nos y eli­mi­nar los olo­res no desea­dos para per­so­nas de todo el mundo.

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Recogida de ingredientes

En todo el mun­do se reco­lec­tan mate­ria­lesnatu­ra­les como flo­res, made­ras, resi­nas, espe­cias y cás­ca­ras de cítri­cos, que lue­go se des­ti­lan o extraen in situ para cap­tar su aro­ma en for­ma de acei­te esen­cial o concreto.

Al mis­mo tiem­po, los quí­mi­cos crean fra­gan­cias sin­té­ti­cas que amplían las natu­ra­les o repro­du­cen notas raras con menos recur­sos, a menu­do median­te la quí­mi­ca ver­de o la bio­tec­no­lo­gía.
Ambos tipos de ingre­dien­tes se obtie­nen bajo estric­tas audi­to­rías labo­ra­les, medioam­bien­ta­les y de trazabilidad.

Antes de que cual­quie­ra de ellos lle­gue a la pale­ta del per­fu­mis­ta, las empre­sas miem­bros de IFRA eva­lúan cada uno de ellos según las Nor­mas de IFRA para ase­gu­rar­se de que pue­de uti­li­zar­se de for­ma segura.

Elaboración de la fragancia

Menos de mil per­fu­mis­tas cua­li­fi­ca­dos ‑cono­ci­dos en el sec­tor como nari­ces”- tra­ba­jan en todo el mun­do, for­mán­do­se duran­te sie­te a diez años para memo­ri­zar miles de olo­res y domi­nar una for­mu­la­ción com­ple­ja. Com­po­nen una fra­gan­cia como un músi­co com­po­ne una par­ti­tu­ra: unas notas de sali­da bri­llan­tes intro­du­cen el aro­ma, unas notas medias estruc­tu­ra­das le dan cuer­po y unas notas de fon­do dura­de­ras le apor­tan profundidad.

Los labo­ra­to­rios moder­nos apo­yan este arte con aná­li­sis de cro­ma­to­gra­fía de gases, datos de ten­den­cias e inclu­so herra­mien­tas de inte­li­gen­cia arti­fi­cial, pero cada fór­mu­la aca­ba­da sigue sien­do juz­ga­da por el pro­pio olfa­to del per­fu­mis­ta. El examen final de segu­ri­dad según las nor­mas IFRA garan­ti­za que la nue­va fra­gan­cia pue­da dis­fru­tar­se con confianza.

Como perfumista, me gusta mostrar y convencer… Simplemente sigo la trayectoria de un artista, alguien que busca y, a veces, encuentra”

Jean-Clau­de Elle­na, maes­tro perfumista

De la mezcla al producto

Una vez apro­ba­do el infor­me crea­ti­vo, los sis­te­mas auto­ma­ti­za­dos de mez­cla repro­du­cen la fór­mu­la con una pre­ci­sión de una par­te por millón según las Bue­nas Prác­ti­cas de Fabri­ca­ción. Los pro­pie­ta­rios de las mar­cas y las casas de fra­gan­cias cola­bo­ran estre­cha­men­te para adap­tar el ren­di­mien­to de la fra­gan­cia a la fun­ción del pro­duc­to: ropa fres­ca, des­odo­ran­te de lar­ga dura­ción, fra­gan­cia fina sofis­ti­ca­da o cui­da­do del hogar acogedor.

A lo lar­go de todo el pro­ce­so de fabri­ca­ción y dis­tri­bu­ción, cada lote se rige por estric­tos con­tro­les de cali­dad, audi­to­rías de sos­te­ni­bi­li­dad y el Códi­go de Bue­nas Prác­ti­cas de la IFRA, de modo que la fra­gan­cia que lle­ga a los con­su­mi­do­res ofre­ce pla­cer y capa­ci­dad para resol­ver pro­ble­mas a par­tes iguales.