
Fragancia para las personas y el planeta
Cada fragancia, ya sea destilada de una planta o creada en un reactor, debe pasar rigurosos controles medioambientales y de salud humana antes de llegar a su champú, vela o perfume. El proceso se rige por una evaluación científica de los riesgos, un diseño químico ecológico y normas transparentes.
Fragancias, salud y medio ambiente
Proteger a las personas
Las casas de fragancias invierten mucho en la toxicología, la dermatología y la ciencia de la exposición más avanzadas. Los nuevos descubrimientos se incorporan directamente a las normas de IFRA, que limitan o prohíben los materiales cuando las pruebas demuestran un riesgo potencial. Un etiquetado claro de los ingredientes y una comunicación armonizada de los peligros ‑guiados por el manual anual de etiquetado IFRA-IOFI GHS- ayudan a los consumidores y a los trabajadores a entender cómo utilizar los productos de forma segura.
Respetar el planeta
Desde materias primas ricas en biodiversidad hasta modernas moléculas sintéticas diseñadas para una rápida biodegradación, la industria trabaja para reducir su huella. Las directrices sobre el Protocolo de Nagoya apoyan una participación justa en los beneficios con las comunidades que gestionan los recursos genéticos, mientras que las evaluaciones del ciclo de vida orientan la investigación hacia un menor impacto en el carbono, el agua y los residuos.